El Licenciado en Química junto a su equipo de investigación llamado “Deimav” (Desarrollo e innovación en materiales avanzados) de la Universidad de Sucre, integrado por biólogos, ingenieros y químicos, lograron desarrollar sensores que responden a muchas sustancias con patrones diferentes, imitando el funcionamiento de una lengua.
El químico comenzó con este proyecto durante su Doctorado en la Universidad de Valladolid, el desarrolló la parte de los sensores, estos forman una red que acoplados a un sistema quimio métrico de reconocimiento de patrones puede discriminar bebidas.
“Se le llama lengua electrónica por cierta analogía que hay con nuestro sistema gustativo: cuando degustamos algo, nosotros no somos capaces de distinguir la cantidad de algo que hay en una sustancia. Por otra parte, aprendemos a diferenciar las sustancias por medio del aprendizaje, patrones gustativos que nos dan nuestras células, pero nuestras células gustativas no son completamente selectivas al distinguir los sabores básicos (dulce, salado, ácido, amargo y umami), sino que, tiene cierta selectividad parcial”, explicó Álvaro Arrieta.
Además, señaló que se tuvo que desarrollar sensores que respondan a muchas sustancias, pero que respondan de manera diferente y puedan distinguir entre una y otra, de esta forma, se generó la analogía en la parte sensorial de la lengua.
El también docente explicó que los sensores fueron desarrollados con polímeros conductores, lo que le ofreció ciertas ventajas. Finalmente, perfeccionaron una placa donde se depositaban los diferentes materiales sensibles que generan la señal que va al computador, este la recibe y hace el reconocimiento del patrón, lo que genera una especie de huella dactilar para un determinado sabor. Actualmente, estos sensores han sido expuestos a sustancias que otorgan sabores: salado, ácido, dulce, amargo y astringente. Además, se han probado en bebidas como vino, cerveza, café y leche. Por otra parte, el grupo de investigación se encuentra realizando otras investigaciones encaminadas a desarrollar polímeros para recubrimiento de fertilizantes que permitan su liberación lenta en los cultivos.